Viajes a Senegal

Desde el primer momento, Senegal te envuelve con su energía: los mercados repletos de color, los tambores que marcan el pulso y sonrisas que te hacen sentir parte del lugar. El Lago Retba sorprende con su rosa intenso gracias a unas algas diminutas, mientras que las playas del Atlántico parecen no tener final. En el interior se alzan los baobabs, árboles gigantes y sagrados que pueden vivir más de mil años… ¿acaso hay algo más impresionante? Y al caer la tarde, las calles de Dakar se encienden con música, baile y aromas de thiéboudienne, el plato nacional.

¿Sabías que Saint-Louis es la primera ciudad fundada por europeos en África Occidental y hoy es Patrimonio de la Humanidad?

Con sus balcones coloniales y ese aire bohemio que conquista a cualquiera, Saint-Louis es solo el inicio de tu viaje a Senegal. Sigues paseando y, de repente... la isla de Gorée te sacude con su memoria. Más al sur, en Casamance descubrirás las pirogas, las embarcaciones de madera que los locales usan a diario y que hoy te invitan a navegar entre manglares y aldeas ribereñas. Y si lo que buscas es aventura, los caminos hacia el interior te llevan al Parque Nacional de Niokolo-Koba, hogar de hipopótamos, jirafas y aves únicas, y a encuentros con las comunidades peul o diola. Porque viajar a Senegal es un mosaico de culturas, paisajes y ritmos que siempre sorprende. ¿Prefieres empezar tu viaje por el norte colonial o por el sur más salvaje? Nuestros asesores te ayudarán a diseñarlo a tu medida.